En estos tiempos de crisis, en todas las compañías ha tocado «ajustarse el cinturón» y hacer un estudio profundo de los gastos, analizarlos y reducirlos, cuando no eliminarlos. Es algo que personalmente no me gusta mucho puesto que pienso que el control del gasto de una compañía debe de ser continuo, independientemente de si estamos en tiempos de crisis o no. Me voy a centrar en hablar de los gastos generales, un tipo de gastos que a veces las empresas no tienen muy en cuenta y que con una buena gestión es relativamente fácil obtener una reducción de los mismos.
Cuando se decide hacer una reducción de gastos en una compañía, lo primero y básico es conocer cuales son esos gastos y una vez que los conozcamos y los tengamos claros (he visto en empresas que no tenían muy claro la distribución de sus gastos generales), se deben analizar uno por uno para poder determinar las acciones a realizar.
Ahora no ocurre en casi ninguna compañía, me atrevería decir que en ninguna que se precie, pero hace unos años, determinados costes que las empresas tenían en servicios generales, podemos decir de una manera un poco drástica que «se pagaban y punto» nadie analizaba si la cantidad que estábamos pagando era la necesaria, nadie analizaba si la factura tenía un error, nadie comprobaba si lo que teníamos era la mejor oferta del mercado, como digo, esas facturas se pasaban al departamento de administración para gestionar su pago sin ser analizadas por nadie de una manera tan exhaustiva como se hacía con algunas otras facturas de mucho menor importe. Como ejemplo de estos casos podemos poner las facturas de luz, las facturas de teléfono, las facturas del servicio de limpieza… Las facturas de la comercializadora de energía llegaban a la empresa y prácticamente no eran analizadas, se pasaban a pago directamente (ahora se ha analizado si la potencia que la empresa tiene contratada es la correcta, si conviene tener un contrato con tarifas fijas o un contrato con tarifas indexadas, se han implantado políticas energéticas en las calefacciones, en los aires acondicionados…)
Con todo esto quiero decir que hemos tenido que pasar una crisis muy fuerte (en la que seguimos) para que algunas empresas se den cuenta que han «despilfarrando» el dinero en determinados servicios suministrados a la empresa. Con un buen análisis de los gastos que tiene la empresa en servicios generales, podemos solicitar varios presupuestos y ajustar los precios con nuestra empresa de servicios actual o cambiar de empresa de servicios para obtener una reducción del coste del servicio.
Aquí se puede ver la plantilla que suelo utilizar para llevar a cabo un análisis de los servicios generales que tiene la empresa y cual es el coste de los mismos de manera que, a partir de su análisis, podamos decidir las acciones a tomar para obtener para nuestra compañía el servicio que necesitamos en mejores condiciones que las actuales.