Como segunda fase del proceso de consultoría tenemos el Diagnóstico y Análisis. Vamos a desarrollar aquí de una manera mas profunda en que consiste esta fase de la consultoría.
El diagnóstico y análisis es un pilar fundamental cuando trazamos la hoja de ruta de transformación en el proceso de consultoría. Va mas allá de una simple recopilación de datos, debe de llegar a realizar un análisis en profundidad de la estructura de la empresa para sacar a flote los puntos débiles y las oportunidades de mejora.
Esta fase del proceso la podemos desglosar en los siguientes puntos:
Recopilación profunda: en este punto se debe realizar una recopilación detallada de datos. No hay que acumular información por tener información, hay que preguntar, indagar y profundizar en cada uno de los aspectos relevantes de la empresa, empezando por los procesos internos, recursos de los que se dispone… cada parte que se examina tiene como objetivo detectar los posibles puntos de mejora.
Identificación de oportunidades: aquí se deben de levantar las áreas de oportunidad que tenga la empresa así como las áreas ineficientes. Hay que descubrir los cuellos de botella que penalizan el rendimiento óptimo, al mismo tiempo que se deben de identificar aquellas áreas a potenciar para mejorar la productividad de la empresa.
Enfoque estratégico: en este apartado hay que analizar las causas raíz de los problemas y establecer una visión estratégica. Cada dato que se recopila, es un elemento clave para poder diseñar después soluciones efectivas, que sean medibles. En definitiva, sentamos las bases para los planes de acción futuros.
Herramientas de análisis: podemos utilizar herramientas como análisis DAFO, evaluación de indicadores… para tener una visión completa ya que estas herramientas nos proporcionan una perspectiva para guiarnos a la hora de desarrollar estrategias adaptadas a necesidades específicas que pueda tener la empresa.
Resultados: el objetivo final de esta fase de diagnóstico y análisis, no solo es tener generados los informes, sino tener información que nos proporcione un mapa detallado para orientarnos en la toma de decisiones estratégicas.
Que esta fase sea un éxito, tiene como origen la profundidad del análisis y la precisión que tengamos para identificar oportunidades de mejora. Este punto de partida es lo que nos va a iluminar para hacer una transformación no solo efectiva, sino también duradera.
